Al fin y al cabo con las bobas siempre pasa lo mismo...!
De Pesacado Rabioso.
La naturaleza.
El calor del sol en el rostro.
Hamacarme con mi hija.
Sentir cosquillas en la panza.
Recordar momentos de felicidad compartida.
Aferrarme a los buenos momentos.
Admitir el final.
Aceptar el nuevo comienzo.
Los abrazos.
Los besos.
Las palabras.
Los silencios.
Viajar.
La terapia.
Los amigos.
Las amigas.
La familia.
La empatía.
Caminar.
Escuchar el canto de los pájaros.
Ver a los árboles bailar al compás del viento.
Mi hija durmiendo en mis brazos.
La sonrisa de mi hijo al despertar.
Conectar con el deseo.
Tener un sueño.
Convertirlo en proyecto.
Reciclar criterios.
Volver a empezar.
Llorar.
Reirme a carcajadas.
Vivir.
Ser.
Todo eso es empezar a sanar...
Esta noche sí que estoy contenta.
Esta noche sí que la estoy disfrutando, relajada, y hasta pude tener una cena en armonía con mis niños.
Esta noche sí que jugamos. Cuando llegué del trabajo jugaban con Mirta, mi mano derecha en casa, al Gallito Ciego; me sumé en el mareo de ojos tapados y corridas por el departamento. Mirta es la misma que por jugar con ellos a las escondidas se olvida de poner la tarta en el horno mientras se huele olor a quemado de vaya uno a saber qué residuo; la misma que me dice palabras Budistas cuando estoy triste y que yo nunca recuerdo; la misma que me hace masajes en el cuello cuando no doy más de la contractura.
Esta noche sí que nos reímos hasta que nos dolió la panza.
Esta noche sí que jugué a la Batalla Aérea con Manu (igual que la Naval pero con aviones), mientras Paz se dormía en mis brazos.
Esta noche sí que siento que la primavera empieza a florecer.
Esta noche sí que me divierte la pregunta de Manu _Mamá, tenemos cartas? Y yo lo imagino dentro de unos años quedándose de madrugada conmigo mateando, barajas mediante.
Esta noche sí que me aferro a la posibilidad de sentirme mejor.
Esta noche sí que mientras Manu me habla lo interrumpo para decirle que cada día está más lindo, que cada día lo quiero más. Y él me responde que cada día estoy más linda, y que cada día me quiere más, y me termina diciendo mientras nos abrazamos _ Qué coincidencia!
Esta noche sí que abro la puerta del mueble del living y Manu me pregunta _ Te vas a tomar un Baileys? Y mientras escribo estas líneas le pido que me dicte desde el living, mirando la botella, cómo se escribe.
Esta noche sí que le pido a Manu que me respete un ratito para poder escribir, y me contesta que no, que no quiere respetarme.
Esta noche sí que todo puede suceder.
Esta noche sí que me pongo a jugar a las cartas, pues Manu me acaba de decir que quiere "su tiempo", que ya se cansó del mío.
Esta noche sí que está llena de posibilidades.
Esta noche sí que con Manu elegimos el Yin y Yang que ilustra este post.
Esta noche sí...
Y en el transcurso mis hijos están creciendo, rodeados de amor, de cuidado, de contención.
Aunque muchas veces no tenemos un buen día. Aunque la paciencia a menudo se toma vacaciones sin avisar y hay que agarrarla de los pelos para que regrese...
Hacemos lo que podemos... todos hacemos lo que podemos.
Tienen claro (porque lo tenemos claro nosotros, los padres) que nunca, pese a vivir separados, dejaremos de ser una familia.
Una familia que se transforma para dar paso a nuevas formas, que ni siquiera conocemos. Y por eso nos asustamos y tenemos miedos a flor de piel. Y estamos en carne viva. Pero juntos, como podemos. Como mejor logramos hacerlo.
Manu está más ocurrente que nunca, me hace reír a carcajadas, y cuando le digo _Me hacés morir de risa!_, me contesta: _Porque yo sé las cosas que te gustan mami! Y tiene posibilidades de decir lo que siente, porque no tenemos miedo de habilitarle sus tristezas, porque también son las nuestras y negarlas le haría peor daño.
Paz empezó la etapa de los miedos a los ruidos. Y son esas cosas que uno ya vivió con el primer hijo y no dejan de sorprendernos con el segundo. El avión, un colectivo, el calefón, el lavarropas... _Uido mamá, me susta!! Y según dicen los que saben, a los dos añitos comienzan una nueva etapa, dejando de a poco la oralidad. A juzgar por sus palabras, diría que los que saben tienen razón... Todo es "culo!!" _Vamos a bañarte Paz?_ le pregunto. _No, laval culo!_ me responde. _Pica!. _Qué pica Paz? _ Culo!. Y con mi ropa interior en la mano grita _ Éte culo mamá!
Y así vamos viendo. Nunca más apropiada la frase de mi querida Xime.
Y seguimos. Adelante. La rueda gira, gira... sigue girando.
Y deseo felicidad para mis hijos, para su papá y para mí. Aunque las cosas no hayan salido según lo soñado. Y en el formato que sea, pero siendo siempre una familia.
Necesitaba decirlo, esta vez, en voz alta.
que te cruzara
detenida en esa esquina.
Que acariciara tu cuello
y me trajera consigo tu perfume.
De haberlo sabido
le hubiera pedido
que susurrara en tu oído
todo cuanto quisiera decirte,
y que jugara con tu pelo.
Esa tarde de incipiente primavera
en la que los capullos comenzaban a ser,
tú fuiste mi flor,
en bella y espléndida juventud.
Imagino a un hombre diciéndole estas palabras, con la mirada, a una mujer...
Me gustaría hacer algún viaje sola, a cualquier lugar. No tener nada estipulado, no saber bien qué hacer ni hacia dónde ir.
Que me lleven el viento, el frío y el calor, la luz del sol y la noche, el hambre y la sed.
Dormir donde mejor me plazca, y poder cambiar de parecer una y otra vez.
Cambiar o no de sitio, sentirme formando parte de él, o sentirme ajena.
Experimentar, reconocer, aprender a mirar y a elegir.
Estar con nadie. Estar conmigo y con quien se cruce en mi camino.
Casi no hablar de nada, mucho menos de algo serio.
Ser nadie, o ser quien quiero ser.
Recibir de los demás lo justo y necesario. Impedir que alguien pueda pedirme algo.
Ser sólo yo, en el medio de cualquier lugar, y jugar a encontrar qué hacer, por dónde moverme, cuándo quedarme quieta, cuándo echarme a correr...
Intensa canción de Blind Melon. Intensa vida la de Shannon Hoon, su talentoso cantante, con trágico final.
Su obra permanece porque lograron tener su propio estilo, y dentro de su oscuridad, pudieron crear.
En mi adolescencia formaban parte de la banda de sonido de mi vida.
Hoy reparo en la última estrofa de Change:
When life is hard,
You have to change
Llevaban mil años de casados. Ambos superaban largamente los 80 años, y seguían enamorados.
Su amor no sólo era motivo de charlas familiares, sino también de las tertulias del barrio.
Eran una especie en extinción.
Profesaban su amor públicamente, con sorprendente alegría.
Más de una vez él le preguntaba a los demás, mirándola a ella, ¿no es hermosa esta mujer?, y ella se sentaba en su falda, cual adolescente embelesada por las palabras de su amado.
Por supuesto que no hablaban de su intimidad en público, pero se pululaba por ahí que además, seguían siendo amantes. Y no era tan raro de imaginar, si se tenía en cuenta que Amanda se restaba diez años en el carné del club del barrio para que le permitieran jugar al tenis cada semana.
Pero la vida llega a su fin para todos, incluso para los enamorados.
Julián enfermó y Amanda lo cuidó compasiva y amorosamente durante todo el trayecto que lo conduciría a su irremediable final.
Durante ese tiempo se hablaron más con las miradas y las caricias que con las palabras. Lograron desarrollar un lenguaje similar al de los Elfos.
Una mañana Amanda despertó y descubrió instalada en el cuerpo de su Julián a la ingrata muerte.
Dicen que se quedó acostada a su lado varias horas mirándolo por última vez yacer en la que fuera por miles de años la cama de ambos.
Sólo después de acompañarlo en ése, su último viaje, y de despedirlo con los besos que a él más le gustaban, llamó a la familia para dar la triste noticia.
Aún lo llora, y dicen que ruega viajar hacia su encuentro.
Resultó cierto un amor bajo el dogma “hasta que la muerte los separe”, habiendo vivido, increíblemente, el profundo sentido del encuentro.
... una canción gris, que inspiró una serie en la que predomina el gris... ¿la vieron?
Es en días como éstos en los que (no sólo por las nubes), uno se pregunta si estará viviendo en Marte...
Cuando sentís que todo está bien, de imprevisto, algo empaña tu dulce realidad...
Cuando sentís que tu mundo se desmorona a tus pies, algo sucede y te hace resurgir...
Es el equilibrio natural de las cosas.
Es la vida en toda su fuerza salvaje.
En ciertas ocasiones, es dulcemente oportuno que alguien te diga Vení, vení, vení...
Ven vení
Estoy despierto y se quiebra la ciudad
la lluvia flota en una llama sin razón
acaso estén abiertas todas esas dalias
me pregunto si habré llegado hasta tu amor.
Hoy quedó el temor atrás, ven a mí, vení, vení...
La radio zumba y está inquieto el locutor
el cielo arrecia, platónico es tu azul
se oye una rana que gime en la distancia
será que todo es tan absurdo si te vas.
Hoy quedó el temor atrás, ven a mí, vení, vení,
sólo al mar le cantarás, ven así, oh!
Acaso vuelvo a tí, en un enésimo error
me pregunto si habré entendido tu lección.
Spinetta y Los Socios del Desierto, en Los Ojos
La creatividad es la capacidad de crear.
Capacidad es tener aptitud.
Crear es producir, inventar, engendrar, parir una idea, un proyecto...
En la búsqueda de uno mismo debiéramos poner especial énfasis en descubrir nuestra natural capacidad de crear, y así, encontrarnos con nuestro Ser creativo...
En ese camino debemos agudizar el instinto, despojarnos, dejarnos llevar... Y hacer a un lado otra natural capacidad: la de ser verdugo de uno mismo. Nadie será un peor enemigo.
Pensando en crear, aparece en mi mente la palabra criar.
Criar es nutrir, alimentar, cuidar.
A nuestros proyectos, ideas y creaciones, en definitiva, hay que criarlos. Para que tomen forma, libremente; para que alcancen a su vez sus propios logros, para que Sean, por sí mismos.
Valgan estas ideas para escribir, actuar, dibujar, construir, pintar, tener un hijo, y cuanta otra actividad creativa exista o alguien logre inventar...
El dibujo es de Manu, y les presento a sus Dinosaurios (de izquierda a derecha): Pinchesaurio (porque tiene pinches mami); Colorsaurio (porque tiene colores); Hormigasaurio (porque es el más chiquito); Arcoirisaurio (porque en el cuello tiene los colores del arcoiris), y Dinosaurio Normal.