sábado, 29 de enero de 2011

De creencias? Pagana...


Plegaria Indígena

No te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. No duermo ahí.

Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando
Soy la luz del sol sobre el grano dorado
Soy la lluvia gentil del otoño esperado

Cuando despiertas en la tranquila mañana,
Soy la bandada de pájaros que trina
Soy también las estrellas que titilan,
mientras cae la noche en tu ventana

Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando
No estoy allí. Yo no morí


Del blog de Yesy tomé prestada esta plegaria, que resume en bella prosa muchas de mis creencias.
Qué es acaso la vida, sino una irrepetible posibilidad de explorar, crear, amar, sentir, comprometerse y crecer?
No es acaso ésta la más osada de las maneras de concebir la vida? Por qué los seres humanos necesitamos tantas veces creer que éste es sólo un pasaje hacia la vida eterna, hacia ese desconocido e idílico lugar que en teoría nos librará de todo dolor?
No es la vida, en su esencia salvaje, dolor y alegría, pérdidas y triunfos, amor y desamor, soledad y compañía, posibilidad de equivocarse y de crecer, de expandirse, y de crear?
Nuestra muerte no es más que una parte esencial de nuestra propia existencia finita, y no por eso, menos perfecta.
Y en ese sentido, formando parte de un todo con el universo y la naturaleza, siempre seremos.

La obra es El Arbol de la Vida, de Gustav Klimt.

jueves, 27 de enero de 2011

Qué lindo!


Qué lindo es haber vuelto a casa después de las vacaciones, a encontrarse con lo propio, con la confirmación de lo que vibra en nuestro lugar, con el deseo renovado por algún cambio, con cosas por arreglar, proyectos por hacer, colores por pintar.

Qué lindo permitirme un mes de vacaciones, poder hacerlo, disfrutar de estos últimos días en casa antes de volver al ruedo, a las obligaciones y a jugarle en algunas cuestiones al ajedrez a la vida.

Qué lindo haberme despedido de la casa de verano con energía renovada, agradeciéndole a la vida y a ese lugar por haber contenido tanto, y bailar descalza y a baja luz al compás de la voz dulce de Marisa Monte.

Qué lindo revalorar lo que más vale, soltarle al universo el curso natural de las cosas, darles la trascendencia justa, sin negar ni sobrecargar la realidad.

Qué lindo ser consciente de las complejidades, propias y ajenas, continuar elaborando las pérdidas y bogar por transformar los vínculos, buscando siempre sumar amor, volver a empezar y animarse.

Qué lindo lograr disfrutar de un momento de soledad, sentarme cómoda en mi cama y escribir, leer, comentar, conectar, charlar, enriquecerme.

Qué lindo darle a mis hijos un abrazo fuerte y muchos besos llenos de amor, viéndolos felices ir a ver a su papá, aunque la distancia duela y la actualidad cueste todavía.

Qué lindo no ir a trabajar, hacer durante el día y la noche lo que más me gusta, esas cosas que mientras llevo adelante las obligaciones hago magia para seguir lográndolas.

Qué lindo volver a este espacio, que tanto quiero, con el deseo de verlo crecer y llenarlo de lo que soy, como puedo, quiero, como me sale, a veces mejor, otras veces no tanto, pero siempre comprometida conmigo y con la experiencia vital.

La obra es de Matisse.

martes, 18 de enero de 2011

Somewhere, Sofía Coppola



Si algo me produjo ver el último film de Sofía Coppola es el deseo de escribir y de sacar fotos. Una fuente, por tanto, de inspiración.

Siendo Lost in Traslation una película convertida en clásico desde su aparición, es imposible no tener una expectativa elevada al ver el nuevo trabajo de una directora de cine icono de una época.

Sin embargo, si algo valoro de un artista es no ser demagógico con su público, puesto que no creo que le deba a él más que a sí mismo.

Este criterio de ningún modo me impide concluir que éste o aquél trabajo no me gustan o tienen tal o cuales puntos débiles, pero sí me permite abrir mi campo sensorial para intentar captar lo que el artista quiso transmitir en su obra sin estar esperando algo en particular. Y precisamente transmitir emociones es lo que Sofia Coppola sabe hacer muy bien.

Somewhere no es una intensa película sobre una historia de amor impedido como lo es Lost in Traslation, ni la visión más romántica y cool del siglo XXI sobre un personaje histórico como lo es María Antonieta, ni el relato desesperante de Las Vírgenes Suicidas.

Somewhere tiene impronta propia; es la observación detenida y a tiempo real de la abúlica vida de una estrella de Hollywood que, en apariencia, lo tiene todo.

Todo menos entusiasmo, inspiración, conexión con sus emociones y con su mundo afectivo representado especialmente por su hija, y colmado de desconexión con su propio Ser.

De una íntima y exquisita fotografía, Somewhere te ofrece planos como sólo una directora que desea mostrar un mundo real puede crear, por cuanto debo decir: misión cumplida.

Una banda de sonido muy bien elegida, efectiva como los enormes silencios que por momentos hasta exasperan, cabal muestra del vacío que padece el personaje principal.

Su sello Sofia Coppola lo puso en momentos muy fieles a su estilo, como en los diálogos intransigentes a través de los cuales pueden verse subyacentes la soledad y la ausencia de verdadera comunicación entre el personaje y sus afectos, la tristeza que impera, la presencia de un falso glamour y la omnipresencia de una inexpugnable infelicidad.

Una muestra de esa realidad significada a través de sonidos que se dejan oír, como el del frote de las manos de dos bailarinas de esas que los americanos llaman exóticas mientras hacen piruetas sensuales y levemente desincronizadas sobre un caño, así como imágenes patéticas en las cuales, con agradable crueldad, la escritora y directora pone en absurdo al galán venido a menos, dormido intempestivamente entre las piernas de una rubia que no logra despertarlo debido a los fármacos de los que su conquistador abusa. Momentos bizarros y satíricos impecablemente logrados.

No creo que haya nacido un nuevo clásico con Somewhere, ni estoy segura de que sea justo esperar eso de su creadora. Tampoco voy a negar que mientras la película transcurría hubo momentos en los que algo sentí que faltaba. Sin embargo, concluyo que la película me gustó, que incluso volvería a verla porque de seguro sí tiene imágenes y escenas que en sí mismas van a quedar grabadas en quienes la vimos y quedamos satisfechos de la presencia de su creadora.

Lo innegable es que las emociones con las que me fui del cine permanecieron en mí por días, y que sin dudas, fueron el reflejo de lo que la película logró transmitirme.

Dudo que algo más pueda pedírsele a una obra de arte.

Sorprendida


Me sorprendo de mi instinto de hacer registro frente a una pregunta que hizo mi madre a viva voz.


Afortunadamente, a tiempo logré no levantar la mirada para observar y responder.

La pregunta fue: ¿Esta remera es de tu marido?

Qué insólita puede ser la vida. Hace un año y medio que no tengo marido y aún me resulta natural sentirme involucrada en preguntas intrascendentes como esa.

Cruel broma del destino.

La obra es de Picasso.

sábado, 1 de enero de 2011

Teorizaciones


Me pregunto si será cierto que ciertos lugares y personas tienen una energía compatible con uno que hace que nos sintamos enriquecidos, o si simplemente es uno mismo el que genera ese bienestar interior por el fuerte deseo que lo antecede.

Cierto es que esta casa me recibió cálidamente y me hizo sentir a gusto desde el primer día. Sus colores cálidos, alguna que otra obra de arte, un living que invita a compartir, una cocina que reúne y un exterior con parque y pileta incorporados visualmente al interior por ventanales bien propuestos.

Sentada en este acogedor living y viendo el agua apenas moverse me hago esta pregunta... ¿Será que uno idealiza los lugares, momentos y personas que lo comparten?

Afortunadamente, me respondo que no.

Nada idealizado por aquí. Una casa en la que se respiran vivencias, que comparto con la afable compañía de seres queridos; un deseo llevado al plano de la concreción, y todo ello aunque la pileta cueste mucho mantenerla, no haya un sólo árbol en el parque, los niños no nos den respiro, no funcione un sólo bidet de los baños y alguna que otra avería menor.
Entonces me sigo preguntando... ¿Seré capaz de vivir un amor con ese mismo bajo nivel de idealización? ¿Lograré concretar ese deseo en
una realidad insoslayable? Me atreveré a enfrentar al verdugo del amor; a esa temible pero sincera emoción que logra conectarnos con la
complejidad, para luego aceptarla si es eso acaso lo que nos hace felices?

¿Podré lograr ese amor de crecimiento personal expansivo, en libertad y compromiso existencial?

Vaya preguntas las que suelo hacerme, y vaya desafíos los que suelo proponerme!


La obra es de Van Gogh.

Desafío 2011


...Sólo cuando uno lo siente en los huesos se da cuenta. Sólo entonces puede actuar y cambiar. La psicología popular no hace más que hablar de "asumir la responsabilidad", pero son sólo palabras: es extraordinariamente difícil, aterrador inclusive, convencerse de que uno, y sólo uno, construye el modelo de su propia vida. Por eso, el problema en la terapia siempre es cómo avanzar de una valoración intelectual ineficaz de una verdad con respecto a uno mismo hacia una experiencia emocional de esa verdad. Sólo cuando la terapia pone en juego emociones profundas se convierte en una fuerza poderosa del cambio.

Irvin Yalom, en Verdugo del Amor


Dos Mil Once....allí vamos!

Felicidades para todos.



La obra es de Chagall.