miércoles, 30 de julio de 2008

Lógicas Familiares


Suele decirse que cada familia es un mundo. Lo cierto es que cada una tiene su propia "lógica" de funcionamiento; su particular modo de ser. Sus miembros se relacionan de acuerdo a esas pautas asumiendo su rol, y a medida que el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, cada uno va teniendo más o menos posibilidades de deshacer el ovillo, desencriptar los mensajes, interpretar las acciones, lo que se dice, y lo que no.

Mi familia de origen tiene, como todas, lo suyo. Muchos aciertos y unos cuantos desaciertos. Varias formas dignas de repetir, y otras tantas a las que más vale ni parecerse.

Y de distinguirlos se trata cuando cada uno parte del nido y forma luego el propio. Ahora cada miembro de la nueva pareja trae mucho de todo aquello, y mezclado con lo otro que trae su media naranja hay que empezar una nueva "lógica familiar". En realidad eso sería lo mejor! Armar la propia manera de ser familia. Es lo más difícil, puesto que no todo puede fusionarse y convivir en armonía, y dejar de lado aquello que heredamos y hacer lo propio muchas veces es un verdadero problema.

Aunque reiterativa, les cuento que hacer terapia fue para mí y para Javier la clave del asunto. Es un camino sinuoso, muchas veces doloroso, pero vale la pena. Es un orgullo para nosotros que nuestra familia funcione como nosotros logramos hacerla andar.

Pero el otro día pasé una tarde con mis padres y hermana y me reencontré con aquellas fatídicas formas. Digamos que en aquella casa solía practicarse la intolerancia y la extralimitación. No solíamos dejarnos pasar un error, y todo a la vista de todos. Me da vergüenza, pero es así. Somos así. Intenté decirle a mi hermana que estaba repitiendo en ese mismo momento el modelo, y caí en la trampa. Lo repetí también. Ufa!

Me sentí mal ese día y el siguiente; confundida, aturdida, angustiada.

Supongo que ahora se trata de intentar decirle al otro lo que siento, escucharlo, hacerle saber cuánto lo quiero... y volver a empezar.

sábado, 26 de julio de 2008

"Mi Amor Princesa"

Se cruzó con ella una noche en el pasillo de la casa. Retrocedió sorprendido, y mientras la recorría en el aire con su manito, le dijo: _ Ah! Princesa... parecés una Princesa con ese vestidito rosa!

El "vestidito" era un camisoncito que, casualmente, ella había usado durante su estadía en el hospital, cuando el galán que ahora la piropeaba recién había llegado al mundo.

Desde esa noche y durante un tiempo preciado para ella, siguió el mismo ritual: la llamaba por teléfono cuando se quedaba a dormir en la casa de los abuelos, y le decía con voz cómplice:

_ ¿Tenés puesto el vestidito rosa?

_ , contestaba ella intrigada.

_ Entonces hasta mañana, Mi Amor Princesa... Y ahora decíme vos, mamá.

_ Qué te digo?, le preguntaba extrañada.

_ Hasta mañana, mi Príncipe Azul!, le contestaba como si fuera una obviedad.

_ Claro! Hasta mañana, mi Príncipe Azul!


La ilustración la hizo especialmente para este post el marido y papá de los protagonistas de este cuento.

jueves, 24 de julio de 2008

Vacaciones de Invierno



Se aproximan las Vacaciones de Invierno, qué emoción! Me tomo una semanita para disfrutar de mis hijos al máximo, sin otra tarea que cumplir, sin las exigencias laborales en el medio. Elegí estudiar, graduarme y ejercer mi profesión de manera de poder darme estos momentos de placer y de ocio.

El plan es quedarnos por la ciudad y organizar distintos paseos y actividades. Algunas con Manu, otras con Paz, y otras juntos. Quiero hacer mil cosas! Voy a tener que hacer de chicle el tiempo!

Con Manu vamos a ir a un tallercito de arte al que nos invitó Andrea Gigante, artista plástica y amiga bloggera. Estamos muy entusiasmados. Va a ser la primera experiencia de los dos! Qué emocionante me resulta descubrir nuevos rumbos con mi hijo! También me pidió ir al Planetario para Ver al Planeta Rojo...
Con Paz me gustaría hacer una actividad junto a mis amigas del grupo de crianza al que por cuestiones de trabajo no pude seguir yendo; también ir a ver mi hermana y sobrinitas. Me encantaría que se reencuentre con los bebés; se conocen desde la panza y las mamás compartimos el embarazo y el parto con mucha conexión. Y con ambos vamos a tratar de ir al teatro, a ver a los Backyardigans, o como se escriba! Manu los miraba de chiquito, y ahora se copa de nuevo y lo comparte con su hermanita. Pero... obviamente, todo dependerá de que no haya fiebre, ni tos, ni mocos!

También tengo ganas de cocinar cosas ricas, ir a comprar todo lo necesario para ello.



Y por último, ponerle color a mi balcón. Quiero poner un macetero grande y llenarlo de flores.


Haremos cuanto podamos... después les cuento!

martes, 22 de julio de 2008

Gracias a Marcela y a Nietzsche


Ustedes entenderán, conforme el post anterior, que el Día del Amigo estuve triste. Tengo motivos también para festejar, por supuesto, pero ese día me ganó la desazón y la impotencia.
Hoy le comenté lo que sentía a Marcela, una amiga con la que sentimos cariño mutuo y con la que compartimos momentos agradabilísimos, y con quien nos vamos descubriendo cada vez más. Su aporte fue maravilloso. Me aclaró la mente; puso palabras allí donde había angustia y confusión.
Citó a Nietzsche, nada menos, y aunque pensé en pedirle que me enviara el texto para citarlo textual, preferí contarles cómo me lo transmitió ella y como lo recibí yo, porque es lo que más vale. Ahí va:
Nietzsche dice que hay dos tipos de envidia. Una más ruidosa, más visible, de la que nos cuidamos de manera más efectiva porque es la que más se nota. Y la otra, que es más silenciosa y que va haciendo lo suyo a través del tiempo, casi sin dejarse notar. Cuando esa envidia silenciosa irrumpe, estalla, lo hace porque quien la profesa ya no puede sostener más sus malos sentimientos. Y hace más daño que la otra.
Hay dos tipos de mente: La mediocre, que busca juzgar siempre a los demás, y la inteligente, que busca siempre ser justa.
Y así seguimos charlando, compartiéndonos lo que estábamos leyendo. Le conté que leí El día que Nietzsche lloró, de Irving Yalom (pisoanalista americano), y que del mismo autor estoy leyendo Un año con Schopenhauer. Sacamos una conclusión común: la filosofía y el psicoanálisis tienen puntos de conexión muy efectivos. Una vez dijo Alejandro Rozitchner, filósofo a quien admiro, que la terapia psicoanalítica puede ser profundamente filosófica. Adhiero, y les agradezco profundamente a Marcela y a Nietszche por su aporte!

martes, 15 de julio de 2008

Te dejo partir...


A veces tengo sentimientos locos. No entiendo por qué motivo me cuesta tanto dejar de querer a alguien. Menos entiendo por qué quiero tan rápido. Debe ser una necesidad que está en mi naturaleza, que me constituye como soy.
A veces pienso que es inmadurez, otras veces necesidad. Relacionarme con otras gentes, crear vínculos. No soy malintencionada y no hago daño a sabiendas; por eso me cuesta creer que haya gente que sea de ese modo. Que haya gente tan pobre.
Pero pensándolo bien me gusta mi forma de querer, aunque a veces sea poco precavida. Es que no me cabe la idea de tener que cuidarme de la gente. Y aunque a veces debiera agudizar mi intuición, tampoco como vidrio. Si me hubiera cuidado de más hubiera dejado a tanta gente linda pasar de largo...
A veces creo que soy más vulnerable que el resto; a veces siento que soy mucho más leal.
Aprendí a leer entre líneas a los golpes. Bienvenido sea!
No le tengo miedo a sufrir. Le pongo el pecho a todo; me animo a todo! Debe ser por eso todo lo anterior. Quién me quita lo bailado?
Y aunque te merezcas que deje de quererte, me duele. Y me siento bien por eso, porque mis sentimientos eran de verdad. Porque la gente para mí no es descartable; no se usa y se tira. No hay repuestos para los afectos. No son reciclables.
Javier me dice que deje de intentar siempre rescatar lo bueno de la gente cuando se le ve cosas malas. A mí me enorgullece rescatar lo bueno y tratar de pulir el resto. También me gusta que me pulan, aprendo tanto!
Te quise aunque hayas tenido algunas actitudes que no me gustaron, porque hubieron otras que siendo loables, superaban aquellas. Te quise como sos, con tus defectos y virtudes. Te vi llorar, te vi reírte. Te vi rica, te vi sola. Contabas conmigo porque conté con vos. Me hubiera gustado que terminara distinto. Me hubiera gustado que no termine. Te extraño, y lloro. Me aclaro y veo que lloro por mí. Pero me siento tranquila, yo no te eché. Y al igual que cuando se muere alguien a quien queríamos, después del duelo, hay que dejarlo partir. No te guardo rencor; me gusta vivir sin ataduras. Qué alivio siento... Y te dejo ir; te dejo partir...

viernes, 11 de julio de 2008

...porque los congresales, jurarán la Independenciaaaaa!


Hoy se hizo el acto del Día de la Independencia en el jardín de Manu. Qué hermoso es verlo actuar! Lo disfruta un montón; baila y canta mirando a sus compañeritos dando la sensación de estar a gusto con la situación. Nos cantó toda la semana antes de dormir la canción que termina así: En Tucumán, todo parece de fiesta... porque los congresales jurarán la Independenciaaaa!. Pero en el momento de actuar ni abrió la boca! Yo la canté por él.
Cada vez que lo veo actuar me siento inmensamente feliz. Cómo creció! Cómo responde a las consignas! Cómo disfruta! Estoy chocha con la escuela. Está muy bien dirigida por sus directoras y sus maestras son re dulces. Noto que todas ellas están pendientes de los chicos y comprometidas con su hermosa tarea de enseñar. Todo se hace a pulmón. Ayuda mucho el aporte de los padres a la cooperadora escolar porque es una escuela pública. Me llena de orgullo todo lo que se logra. Por eso suelen hacer rifas y venden en los actos cositas ricas para comer. Hoy fue el turno de los churros para acompañar el chocolate caliente que nos regalaron. Lo recaudado hará posible el cambio de las cañerías de la cocina. Los chicos aprenden a valorar cuánto cuesta hacer las cosas. Acá nada sobra; todo se aprovecha al máximo. El poncho que tiene Manu en la foto lo hicieron con un trapo de piso que llevamos los papás, que ellos mismos pintaron. Manu me dijo que hizo "las olas del mar"...
Me encanta formar parte de la vida escolar de mi hijo. Estar cerca, compartir. Y no puedo evitarlo: desde chica me pasa que se me corta la voz al cantar el Himno Nacional.

lunes, 7 de julio de 2008

Sábados por la noche


Me encantan los sábados por la noche. Ya estamos en medio del fin de semana y la relajación se empieza a sentir, y todavía queda el domingo...
Hace unos sábados me reecontré con la cocina. Es que desde que está trabajando Vivi en casa el arte culinario quedó a su cuidado, y para mí es de gran ayuda. Cuando vuelvo de trabajar sólo me ocupo de jugar con mis niños.
Así que los sábados por la noche es un buen momento para volver a cocinar. Pongo la radio bien alto; bailo al compás de canciones de otras épocas de mi vida, en las que los sábados por la noche eran bastante diferentes! Canto, bailo, me río. Mis hijos me rodean. Elijo qué cocinar, sin demanda de horarios. La vida me sonríe. Es un momento de felicidad maravilloso.
Cocinar es un gusto personal porque básicamente me encanta comer, y desde que Manu y Javier me aplauden cuando les acerco la comida me siento que estoy ofreciéndoles algo bueno de mí.
Les ofrendo desde mi corazón un plato calentito de amor, de cuidado, de mimos.
¡Mami, cocinás re bien!, me dice Manu. Javier me dice que mi comida tiene mi sello, mi manera de hacerlo, y que lo reconoce. Amo esos instantes.
Después, los niñitos a dormir... y el café con chocolate nos espera.

sábado, 5 de julio de 2008

Hermana


Tengo una única hermana que se llama Paula. Me encanta su nombre; es muy dulce. Hace unos días cumplió 29 años y empieza una etapa nueva de su vida. Creo que completamente nueva; inédita. Se comienzan a concretar sus ideas y deseos. Empieza a cosechar años de preparación y de entusiasmo.
Aunque ella diga que estuvo mucho tiempo vagando en sus pensamientos; aún cuando crea a veces que perdió algo de tiempo, o pese a su autocrítica impiadosa, creo en ella. Simplemente porque es una entusiasta y porque una vez que decide hacer algo sólo cree en hacerlo bien. Y lo logra.
Nuestra historia como hijas tiene muchas aristas y bemoles, como la de todos. Su decisión de hacer terapia me parece que moderó su visión de sí misma y desencriptó la mirada de los otros; deshizo el hechizo.
Te deseo hermana de todo corazón que tus anhelos se cumplan a mérito del esfuerzo que estás acostumbrada a poner en cada cosa que emprendés.
Te quiero como a nadie, porque nuestra relación es única. Y me llena de orgullo decirte que siento que hemos logrado mucho a través de ella.

Pasen y vean nuestros lazos

jueves, 3 de julio de 2008

Libertad


La libertad de Ingrid Betancourt y los otros rehenes me llenaron de alegría. Decían en la tele que Colombia gritaba en las calles de algarabía.
Qué incréible me resulta que algo tan esencial sin lo que no concibo vivir sea un milagro para tanta gente.
Siempre digo que nací en dictadura, pero que agradezco a la vida tener sólo memoria vivida en democracia. Es decir, no me imagino la opresión, el autoritarismo, los abusos, la falta de libertad. Sólo concibo vivir en democracia, libremente.
Por supuesto, ya lo sé. En infinidad de circunstancias la democracia es una utopía. En democracia también vivimos carencias, engaños, abusos, excesos de poder...
Por eso la lucha implica vivir honestamente, comprometidos con la realidad, concientes de lo que a tantos les falta y de lo que no queremos perder; de lo que podemos hacer por un mundo mejor todos los días de nuestra vida. ¿Cómo? Viviendo en Paz. Haciendo de nuestra realidad un esfuerzo por ser felices y hacer felices a quienes nos rodean. Pequeño pero heróico mundo el de todos los días. La suma de individualidades comprometidas, felices, en lucha por una realidad más justa y en libertad hace a los grandes grupos mucho más que la simple suma de sus partes. Hace un Estado, una Nación, una República...
Una vez leí: En Libertad, no odio ni temo. Brindo por eso.

martes, 1 de julio de 2008

Mis hijos



Manu es mi hijo varón, mi primer creación de amor inmenso y descomunal. Ojos profundos que lo dicen todo, llenos de ternura. Labios color carmesí. Un ser de buenos sentimientos y lleno de energía.


Paz es una bellecita color oro. Ojos de mar y sonrisa amplia. Su dulzura y optimismo me conmueven.


Ambos son muy mimosos y risueños. Decimos con Javier que nuestros hijos, ante la duda, se ríen.
Son mi orgullo más grande y junto con su papá, mis sueños vueltos realidad.
Reconozco abiertamente no poder ser objetiva... son hermosos!