lunes, 27 de octubre de 2008

Una presencia significativa, íntima

El sábado se casó mi amiga Paula. Nos conocimos hace más de diez años, en un pasillo de la universidad. El parcial de nuestra primer materia de la carrera nos unió en pleno proceso de nervios, ansiedad y cansancio. Su voz y su risa eran imposibles de pasar por alto. Congeniamos de inmediato, y con una actitud desprejuiciada, espontánea y empática nos acompañamos todos estos años. Por épocas con encuentros más esporádicos, pero  siempre con el mismo cariño. Paula es de esas personas que llaman en el momento justo y podés resumirle en pocas palabras qué te está pasando, con la seguridad de que del otro lado habrá una palabra de aliento, un verdadero cariño que sostiene. Como verdaderas amigas que somos, también podemos ser una crítica impiadosa de la otra pero siempre (siempre de verdad) con el único afán de hacernos bien.

Paula fue una hermosa novia, radiante, espléndida, llena de júbilo y de alegría, emotiva.

Emocionada saludó a todos sus invitados. Se esforzó por hacernos saber a cada uno cuánto valoraba nuestra presencia. Pero en un momento la escuché llorar y me dí vuelta inmediatamente, como una mamá cuando se da cuenta de que su niñito llora distinto. Y ahí estaba, abrazada a una mujer más bajita que ella y algo regordeta que la abrazaba toda, y la besaba, y le hablaba al oído. Y el llanto de mi amiga era desde el alma, desde lo más profundo de su sentir.

Cuando pude le pregunté quién era aquella mujer. Me miró a los ojos y me dijo: _ Mai, era mi psicóloga...

Otra vez esos silencios cómplices de amigas. Sabía exactamente lo que significaba para ella. Y recordé haber vivido la misma experiencia casi 7 años atrás, cuando la que se casó fui yo (y Paula era mi dama de honor)

_ Qué te dijo?_ le pregunté. Me reveló que (seguramente entre muchas otras verdades) le dijo: _ Es hora de que usted asuma su belleza.

   Las amigas de Paula sabemos cuánto logró crecer. Los hechizos que deshizo. El esfuerzo que implicó ese proceso.

Cuando me casé también me fue a ver mi psicóloga. Mi mamá me contó que lloró emocionada toda la ceremonia. Cuando la vi, al pasar, me tomó fuerte de la mano sin dejar de llorar ni un instante. Y cuando me encontró en el atrio me abrazó fuerte y no dejaba de repetir: _ Te lo merecés tanto, te lo merecés tanto... 

Esas presencias significativas e íntimas dan la sensación de un camino recorrido, de un esfuerzo que valió la pena hacer. Y más allá del logro personal está el agradecimiento sentido y hondo para esas personas que con su trabajo y su cariño nos ayudaron a lograrlo.

sábado, 11 de octubre de 2008

Reviví tu blog!


Clau nos invitó a realizar este juego que nos hace revivir nuestro propio blog.

Preguntas y consignas:
1. NOMBRE DEL PRIMER POST Y COMO LLEGASTE A TENER TU BLOG.
2. PRIMERAS PERSONAS QUE TE HICIERON COMENTARIOS EN LOS PRIMEROS POST.
3. EL O LOS POST QUE MAS TE GUSTARON ESCRIBIR.
4. CUANTAS ENTRADAS LLEVAS ESCRITAS EN TOTAL?
5. QUE TE GENERA ESTE MEDIO BLOGGERIL?

Respuestas:
1. El primer post se llamó "Mujeres del Bosque", y en él intenté explicar por qué llamé así a mi blog. El primer blog que leí en mi vida fue el de Alejandro Rozitchner  De allí pasé al de su mujer, Ximena, con quien hoy se genera un ida y vuelta enriquecedor. Su blog fue mi página predeterminada en mi compu varios meses puesto que me encanta leerla y me sentía identificada con muchas de las cosas que contaba. Y así, un día me dije: Y por qué no? Y si armo el mío? 
2. Pau, Adriana, Laia, Françoise, Cecilia, Rossana, y mi hermana, mi cuñada, mis amigas... pero quiero nombrar a todas, hasta ahora... Andrea Gigante, Vero, Xime, Clau, Laura, Marina, Juli, Alma, Lu, Lunara, Marisa... Gracias! 
3. Hermanos, Pasen... pasen y exijan!, Mamá, estoy "eloso", Y te pareces a la palabra melancolía..., Mamá, yo antes no existía?, Reencuentro conmigo misma, Vínculos.
4. 46, incluyendo ésta.
5. Me remito al post anterior!!

Vínculos


A raíz del último post de Ximena me surgió éste, muy espontáneo. Cuando lo leí sentí algo fuerte, una sensación de emoción y de cariño hermosas. Y eso le dije a Xime: Sos hermosa. Punto.
Qué nuevo es todo esto para mí. Me encanta relacionarme. Para mí en eso está la clave de vivir la vida intensamente. En registrar al otro, y a uno mismo ocupando un espacio. Y este tipo de vínculos, o relaciones, o amistades, o como quieran llamarlo, me sorprende, me agrada, me da calor. Hay innumerables formas de relacionarse. Esta es una más. El otro día pensaba: Es realmente posible formar una relación a través de lo virtual? Alguna vez sentiré la necesidad de que trascienda este mundo? Es una ilusión óptica o realmente pasa algo de éste y del otro lado del ordenador? Es una idealización del otro? No se imaginan a veces un encuentro de más inmediatez? Yo sí! Muchas veces uno idealiza al otro, lo tengamos cerca o virtualmente cerca. Lo cierto es que esta nueva manera de relacionarme me abrió un panorama nuevo, inexplorado hasta ahora. Realmente siento cariño por mis amigas bloggeras. Me emociono con ellas, me preocupo por ellas, disfruto de sus anécdotas, de sus posteos, siento la necesidad de acompañarlas si están tristes, me gusta contarles cómo estoy. Qué loco... Trasciendo fronteras, vuelo cielos, estoy un poquito en Francia, en España, en Córdoba, en Buenos Aires, acá cerca, quién sabe si acá a la vuelta...!
En fin, gracias, gracias, gracias. A todas por la buena onda, por estar cerca. Como dice Drexler: Me haces bien, me haces bien, me haces bien...    

Enfermuchos...




Mis niñitos tienen anginas. Cuando están enfermuchos, afiebrados, siento una ternura especial, una necesidad inmensa de protegerlos y de estar a su disposición con la mayor inmediatez posible. En estos momentos es cuando más siento el placer de la responsabilidad de cuidarlos. Y siempre hay espacio para alguna anécdota. Manu estaba inquieto por ir a ver al "Doctor Mario". Lo preocupaba saber si íbamos a encontrarlo en su consultorio. Le dije que no, que en todo caso él venía a atenderlos a casa, porque en su consultorio no había nadie. Me dijo:
_ Pero mamá, está esa señora...
_ Pero Manu, esa señora no es médica, es la secretaria de Mario_ le respondí.
_ Porque le dice secretos?

A la hora de dormir...


A la hora de dormir Manu me pide que me quede un ratito con él, acostada en su camita. La otra noche le pregunté si sentía miedo y me dijo, con tono convincente, que no. Por eso le pregunté:
_ Y por qué querés que me quede acostadita con vos? A lo que él respondió: 
_ Porque sos linda!

sábado, 4 de octubre de 2008

Reencuentro conmigo misma


La crianza de los hijos mueve todo de lugar. Modifica nuestra cotidianeidad, nuestras prioridades. Los proyectos se idean en función de nuestros deseos, pero armonizados con el cosmos familiar. Aprendemos a postergar, a postergarnos. A hacernos a un lado, a corrernos de lugar. A darles protagonismo. Sobre todo el primer año, durante el cual son más dependientes.
Y de repente, casi sin darnos cuenta, cruzamos esa barrera que no castraba, sino que demarcaba. Las necesidades personales vuelven de a poco, sutilmente, a su lugar. Con una realidad que lejos está de querer cambiarse. Queremos, deseamos, proyectamos... con nuestros hijos correteando alrededor. Ya más sueltos, con más herramientas para autoabastecerse. Pero cerca, qué placer, siempre cerca.
Anoche, por primera vez, Paz se quedó a dormir en la casa de los abuelos, con su hermanito. A último momento decidí sumarme a una salida con mi marido y mi cuñada. De golpe sentí que necesitaba dar ese paso, volver a las cosas que me gustan y que necesariamente no puedo hacer con mis hijos. Pensé: estoy hecha un hongo, no salgo ni al balcón... Me causó risa, y así, sin más, decidí sumarme a la salida. 
Paz durmió bárbaro con su abu y su hermanito en la cama grande, jugó todo el día de hoy. Volvió a casa rendida, feliz. Cero problema.
Anoche fue un recital de rock. NIN (Nine  Inch Nails). Increíble show. No he visto nada igual. De un nivel artístico sublime. Otra vez la sangre corriéndome por la venas a pura emoción. Bailé todo el tiempo, sonriéndome. El golpeteo del sonido en el pecho. La energía captada por mis sentidos.
Y el día de hoy le tocó el turno a la vida profesional. Un seminario me reencontró con el placer que me produce estudiar, pensar, aprender. El reencuentro con amigas. La emoción de volver al ruedo. 
Y sí, pasó el primer año. Con todo lo que eso significa. Una cucharadita de nostalgia, una pizca de mimos... y un reencuentro conmigo misma. 
El dibujo es de Lunara: www.lunara.com.mx