viernes, 16 de septiembre de 2011

Sobre el Arte Contemporáneo




"...El arte moderno se proyecta sin cesar hacia una zona nebulosa en donde no existen valores establecidos. Nace siempre de la angustia (...) Creo que una de las funciones del arte moderno es transmitir esa angustia al espectador, para que el encuentro con la obra –al menos mientras su novedad perdura– lo enfrente a un verdadero dilema existencial (...) las obras nos importunan con su absurdo y su agresividad (...) Exigen una decisión en la que descubrimos algo de nuestra propia naturaleza, una decisión que implica siempre un “salto de fe”. En otras palabras, está en la naturaleza del arte contemporáneo original presentarse como un serio riesgo. Y nosotros, el público –incluidos los artistas– deberíamos enorgullecernos de enfrentar este dilema, porque ninguna otra experiencia podrá parecernos tan real y verdadera; se supone que el arte, después de todo, es un espejo de la realidad.
Lo que en verdad justifica para mí la analogía con el arte moderno es el siguiente mandamiento: recójanlo cada día, cada cual en la medida que necesite, y no lo acumulen como si se tratara de un valor asegurado o una inversión para el futuro; hagan más bien de la recolección diaria un acto de fe."

Extraxto del ensayo "El arte contemporáneo y la incomodidad del público",
de Leo Steinberg


La foto es de Jeff Wall.

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