Me sorprendo de mi instinto de hacer registro frente a una pregunta que hizo mi madre a viva voz.
Afortunadamente, a tiempo logré no levantar la mirada para observar y responder.
La pregunta fue: ¿Esta remera es de tu marido?
Qué insólita puede ser la vida. Hace un año y medio que no tengo marido y aún me resulta natural sentirme involucrada en preguntas intrascendentes como esa.
Cruel broma del destino.
La obra es de Picasso.
4 comentarios:
Ups, qué parte de tu historia me perdí? Somos muchas sin marido ya por diferentes razones parece ser!!!!
Y sí, esos furcios suceden!
Cariñosss ya se te extrañaba desaparecida!!! Te fuiste de vacaciones???
Hola Princesa!
Estoy de vacaciones y un tanto desconectada, pero ya estoy volviendo...!
Besos y gracias por pasar por aquí!
:)
Sé que a vos no pero no pude evitar una sonrisa cuando leí el post. Esos actos fallidos de las madres que a veces nos dan ganas de matarlas.
Beso
Jaja! Ceci...mi madre zafó porque también estaba mi hermana presente!
Es una de esas situaciones tragicómica!!!
;)
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