sábado, 25 de julio de 2009

Mi primer amante


Lo contemplaba manso; otras veces bravío.

Sin decir nada, voluptuoso, me invitaba a formar parte de él.

A veces me recibía con calma, y entraba en mí como una caricia.

Otras veces, exultante, me penetraba y me expulsaba, salvaje.

Amaba su olor a sal, sus partículas doradas invadiendo mi cuerpo.

Sintiéndome parte de él me dejaba llevar hasta donde quisiera arrastrarme, entregada totalmente a sus bruscos movimientos que me hacían sentir viva.

Mientras rodábamos el éxtasis me invadía, y ya en su orilla, sonreía feliz.

Su fuerza arrolladora me enfrentaba a mi diminuta existencia.

Su energía me vigorizaba.

Su calma final, su expulsión, me devolvía junto a su espuma el sentido de mi Ser.

Mi primer amante, fue el mar.

3 comentarios:

delivery post-crucifixión dijo...

Precisamente me hallo en los terrenos de tu "primer amante"..., hoy con sol, lo saludamos sin tocarlo.

Cariños desde las playas.

R.P.

Ximena dijo...

¡¡qué lindo lindo Mai, cuántas sensaciones!! besote

Virginia Prieto dijo...

Lindísimo y muy sentido.
Comparto la fascinación Mai...
Un beso grande