jueves, 17 de septiembre de 2009

La Habitación


Aunque la casa era grande, a Tomás le llamaba particularmente la atención aquella habitación del final del pasillo. No era más grande ni tenía más atractivos que la de él, pero le resultaba enigmática.
La puerta permanecía cerrada con llave y estaba muy claro entre los miembros de la familia que nadie podía entrar allí… a menos que la tía Elena lo permitiera, cuando venía a la casa los lunes.
Nadie decía en voz alta la razón por la que esa habitación seguía siendo de la tía Elena. Tomás tampoco se atrevía a preguntar. Después de todo, cuando él nació, esto ya sucedía de este modo.
Lo cierto es que los lunes la tía Elena llegaba, entraba sin tocar el timbre, saludaba a quienes estuvieran en la casa, a veces tomaba unos mates con su hermana Isabel y luego abría su habitación, para instalarse hasta el día siguiente, cuando el despertador marcara las 7.
Todos los lunes la misma y extraña rutina.
A veces la regla se rompía y la tía Elena dejaba la puerta abierta de la habitación, mientras la ventilaba y limpiaba, escuchando música o mirando de reojo la novela de las 6 de la tarde.
En esas ocasiones Tomás entraba a la habitación sin pedir permiso, no fuera a ser cosa que le impidieran el acceso.
Charlaban con la tía Elena de nimiedades o de la escuela, mientras Tomás inspeccionaba con la mirada minuciosamente el lugar.
Aunque era un niño, tenía edad suficiente para elucubrar en su mente las hipotéticas razones por las cuales la tía Elena conservaba en la que fuera la casa de su infancia aquella habitación, aún cuando tenía su propia casa, que compartía con su marido y sus dos hijos.
Los argumentos que tejía Tomás iban desde que su tía se peleaba con su marido los domingos, hasta imaginar un encuentro furtivo con un amante los lunes. Sin embargo, logró razonar, la ventana tenía rejas y nadie durante la madrugada ingresaba por la puerta de entrada de la casa, que su padre cerraba cuidadosamente cada noche.
A medida que pasaban los meses Tomás perfeccionaba y complejizaba las hipotéticas razones; incluso llegó a pensar que su tía ejercía alguna actividad ilícita.
Como fuera, lo cierto es que nadie preguntaba ni respondía nada al respecto, y a Tomás el enigma cada vez lo inquietaba más.
Así fueron pasando los años, y la habitación permanecía siempre igual, bajo el estricto señorío de su tía Elena.
Aquél enigma le permitió a Tomás desarrollar un riquísimo poder de imaginación que lo llevó incluso, a plasmar algún que otro cuento.
También le permitió disfrutar de momentos de soledad, y de buscar la compañía de sus amigos para ahuyentar ciertos fantasmas.
La complejidad con la que aprendió a pensar se la debía a su tía Elena, de eso no le cabía la menor duda, pero su gran desilusión también.
Ya no era un niño cuando se atrevió a preguntarle por primera vez por qué esa habitación era suya, y por qué cada lunes dormía en ese lugar.
Estaba dispuesto a escuchar la historia más aterradora y escalofriante, o la más desgarradora o fantástica, pero nunca durante todos esos años se había preparado para escuchar una razón tan poco creativa.
Por su parte, la tía Elena parecía haber estado esperando todo ese tiempo a que alguien le preguntase sus razones, porque cuando respondió, lo hizo con necesidad de ser escuchada, a juzgar por lo ceremonioso y categórico de su discurso.
Literalmente, Tomás le preguntó: _ Tía Elena, ¿por qué esta habitación es tuya si vos tenés tu casa?
A lo que Elena literalmente le respondió: _ Tomás, porque ésta también es mi casa. Era de mis padres, es decir, de tus abuelos, y cuando ellos murieron, tus padres decidieron venir a vivir aquí. ¿Y sabés? Aunque sea una vez a la semana a tus padres les queda claro, se les hace visible y palpable, que ésta también es mi casa.
Sin decir ni una palabra Tomás se dio la vuelta y salió de la habitación, desilusionado y convencido una vez más, de que el universo mental de los adultos estaba repleto de sin razones.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso Maisa!! una historia llena de vida, creacion pura creacion, una historia con mundo propio, enigmas, complejidad, me encanto, genial, besos.
Capitan del Espacio.

Anónimo dijo...

Clap, clap, clap —léase aplausos—.

El perseguidor dijo...

Muy bueno, me uno a los aplausos de Ned hell...

Saludos!!

Monica dijo...

Me gusto muchisimo Maisa !!!!!!!!!!!
Y despues decis que te da cosita mostrar tus escritos !!!!!!
Vamos nena !!!!!!!! espero leer mas....
Besos.
Moni

Ricardo Fasseri dijo...

repleto de sin razones materiales, y vacío del sentido de sentir.

Maisa dijo...

Muchísimas gracias!!!!
Sus palabras y aplausos me llenan de energía y de ánimo.
Siempre vale la pena intentarlo, no?
Cariños para todos!

Cris M dijo...

Maisa, que bueno conocer la historia de la habitacion finalmente!!! Muy bueno tu cuento! Brindo por otros!
Un beso
Cris M

Maisa dijo...

Claro Cris! En el taller dije los dos cuentos que me proponía escribir. El otro también está listo; en breve lo lanzo al ciber espacio!

Por otra parte Cris, me decís cuál de las chicas sos? Porque no reparo mucho en los nombres; debe ser por eso que los pregunto mucho!

Besos y gracias por estar aquí!

Ximena dijo...

qué bueno Mai! dale seguí escribiendo!
besote

Marijo dijo...

MAI, Si alguna vez escribimos sobre la eliminacion de la legitima y de la accion de colacion, publicamos este cuento en los antecedentes!!! Me encanto el cuento (mas alla de mis deformaciones profesionales), te felicito!!

Evohé Mar dijo...

MAI ¡GENIAL ! POPRE TOMAS ...TANTOS AÑOS PENSANDO ...Y AL FINAL UNA RAZON TAN SIMPLE ...¡¡¡POR FAVOR !!CONTINUA ESCRIBIENDO ...

Maisa dijo...

Gracias Xime! Eso tengo pensado, seguir y seguir!!

Marijó, jajaja! Excelente!! Dále, lo ponemos como "bibliografía"!
Te quiero amiga!

Alejandra, es cierto... pobre Tomás! Pero también es cierto que aprendió mucho con esa vivencia (o eso imagino de mi personaje). Gracias!!

Cris M dijo...

Hola Maisa, soy la morocha de rulos,sentada siempre cerca de la puerta!
Beso!

Maisa dijo...

Para q sean 14!

Maisa dijo...

Cris, la que quería "escribir lindo"? Mandáme un mail!
Besos!

Maisa dijo...

Cris, ya te saqué! Je! Qué grato que pases por aquí! Me encanta! Gracias!
Beso grande!

Maisa dijo...

Cris, ya te saqué! Je! Qué grato que pases por aquí! Me encanta! Gracias!
Beso grande!

Cris M dijo...

jajajaja!!!
Un beso enorme!
Cris