sábado, 25 de abril de 2009

Los Libros de la Buena Memoria

En el suplemento especial Pensar con libros del adn CULTURA de hoy, leí que el escritor sueco Henning Mankell eligió Mozambique, Africa, para vivir, y que allí financia a organizaciones de ayuda a los niños de la calle y a las víctimas del Sida. Me resultó muy significativo uno de sus proyectos, al que llama Los libros de la memoria, que pretende alientar a los enfermos a escribir la historia de sus vidas para sus propios descendientes, en un continente donde la cultura oral predomina.

Mientras alcanzaba Mirar al sol de Yalom, que junto a otros libros está en mi mesa de luz, cantaba Los libros de la buena memoria de Spinetta.

Y pensaba cuántas cosas se pueden hacer para superar el miedo a la finitud y a la transitoriedad. Como estos africanos, que en el momento cúlmine de sus vidas tienen la posibilidad de dejar su legado escrito, inmortal, a quienes los sucedan en tiempo y espacio.

La belleza de lo transitado, aún en momentos de oscuridad. La experiencia transmitida; enseñanza perdurable. La conciencia de lo finito, festejo de lo vivido.

Dice Yalom: Lo de las ondas concéntricas se refiere a que todos nosotros creamos, a menudo en forma no intencional y sin tener conciencia de ello, círculos concéntricos de influencia que pueden afectar a los demás durante años o incluso, generaciones. El efecto que tenemos sobre los demás se transmite, a su vez, a otros, del mismo modo en que los círculos concéntricos que se producen al arrojar una piedra a un estanque se siguen expandiendo, aun cuando ya no sean visibles para nosotros. La idea de que podemos dejar algo nuestro, aunque no vayamos a estar ahí para verlo, ofrece una potente respuesta a los que afirman que la falta de sentido es la conclusión necesaria de nuestra finitud y transitoriedad (...) Los intentos de preservar la identidad personal siempre son fútiles. La transitoriedad es permanente. El concepto de ondas concéntricas se refiere a dejar algo de la propia experiencia de vida. Algún gesto, algún buen consejo, alguna guía, algún consuelo a los demás, sabiéndolo o no (...) De modo que la empresa de escribir está íntimamente asociada a la propagación por ondas concéntricas. Encuentro gran satisfacción en transmitir algo de mí al futuro. Pero no creo que "yo", mi imágen, mi persona, persistan, sino más bien que lo hagan alguna de mis ideas, algo que provea orientación y consuelo. Que algún acto virtuoso o amable, que alguna manera constructiva de lidiar con el terror persista y se propague en ondas, en modos que no puedo predecir y entre personas que no conozco...

5 comentarios:

Maga h dijo...

Brillante publicación Mai.

Interesante el proyecto "Los libros de la memoria". A mi parecer hay gente que sí hace cosas importantes por otras personas, este es un ejemplo.

La cita de Yalom, impecable para este tema.
"...De modo que la empresa de escribir está íntimamente asociada a la propagación por ondas concéntricas..."
Transmitir, dejar, perdurar solo a través de nuestras ideas.

Un enorme abrazo Mai

Magah

Maisa dijo...

Pensé en vos mientras lo escribía Magah. Por aquél ida y vuelta que protagonizamos hace unos días. No debe ser casual que te haya gustado tanto este post, y que hayas sido la primera en comentarlo.
De esto se trata; de conectar.
Gracias por tus palabras!
Beso grande!

Anita dijo...

La música para mí como expresión tiene esa trascendencia. Letra y música tienen un poder de trasmisión de energía y sentimiento que perdura en el tiempo.
De hecho, la música que levantáste me conmovió y me siguió durante varios días. Me hizo sentri muchas cosas y fue echa hace mucho tiempo...

Tiziana(+que4patas) dijo...

Exceolente nota! grax por compartirla.

Hace un tiempo grax a un amigo empece a entrar en el mundo de los blog y la verdad que que lindas ondas concentricas van dejando.

Que pueno que cada uno pudiesemos dejar circulos y libros de las buenas memorias para las prox generaciones.

Anónimo dijo...

Lei tu post escuchando a Spineta! Sos una genia!!. Me siento una privilegiada muchas veces porque recibo ondas concentricas de gente maravillosa que tengo hoy a mi alrrededor y de otras que ya no estan pero que me siguen iluminado, en cada objeto, pensamiento, recuerdo.. Bello tu blog, linda! Marijo