domingo, 8 de noviembre de 2009

Inseguridad



Tengo que escribir un artículo y no sé cómo empezar ni qué decir. Es casi la primera vez que lo hago "por encargo" y lo más inquietante es que me piden que lo escriba de modo fluído y espontáneo, como suelo hacerlo, porque justamente por eso me lo han solicitado.
Escucho en mi mente tantos consejos del taller de Proyectos de Escritura, pero siento inseguridad y temor de hacerlo.
Tengo que escribir porque me obligo a mi deseo, y entonces la exigencia está en el lugar correcto.
Tal vez sea buena consejera la desconexión, para que las palabras fluyan y con ella mi mente.
Estoy frente a un nuevo desafío, y eso me produce excitación e inseguridad. Por qué no decirlo?
Estaré a la altura? Lograré transmitir emociones? Seré capaz de hacerlo?
Ni siquiera sé si será bueno estar diciendo esto en voz alta, quedarme en evidencia. Sin embargo, como tantas otras veces, prefiero ser auténtica y admitir mis límites, como primer paso hacia adelante, hacia la superación de los miedos. Trabajo en ello. Pienso por escrito. Me dejo fluir, de modo que algo saldrá a tiempo.
No existe para mí ninguna otra posibilidad!

4 comentarios:

Ricardo Fasseri dijo...

Totalmente Mai! hace mucho que estás escribiendo de esa forma y de esa forma te pidieron ese artículo, con lo cual, no hay nada nuevo. Lo nuevo sería que te pongas a pensar demasiado y eso no sería nada bueno. Estonces a fluir! como siempre! te va a salir igual, genial.

Noesperesnada dijo...

Un poco de adrenalina hace bien y mas aun si uno va a dar un paso importante. Ojalá puedas escribir como lo haces en este blog que seguranente será bienvenido...

Sibila dijo...

A mi tus pensamientos por escrito y tu fluidez me encantan! Seguramente lograrás una pieza cargada de emociones, pero está bueno que te permitas sentir ese miedito, creo que eso afloja...
besos, inspiración!

Maximiliano Galin dijo...

Imposible que salga sin sensaciones y espontáneo si lo que hacés es contar lo que te pasa, Mai. Es el beneficio de aquellos que expresan caiga quien caiga sus pareceres, su fluir. Quedamos expuestos, pero a la larga siempre llegamos a buen puerto.
Son los gajes del oficio, ¿de escritor? A mi me da miedo llamarme así, aún. Ya llegará el momento de sentirlo en carne.
Besos!