Lloraba, triste, mirando por la ventana al viento hacer bailar a los árboles.
Sonaban de fondo las voces dulces de Marisa Monte y Julieta Venegas.
Sentía la pérdida de la ilusión, la conciencia de la complejidad, y cierta desasón.
Salí al balcón. Necesitaba sentir el viento en la cara, la brisa fresca del verano dándome un respiro.
Con la cara mojada la descubrí.
Por primera vez en un año, dió flor. Aunque su tallo está dañado, aunque hay que sostenerla para que el viento no se la lleve a volar, dió flor. Y de color violeta, el que más nos gusta en las flores a mí y a mi mamá. Sonreí. Y comprendí.
Me pregunto desde cuándo estará ahí. Si yo no había logrado verla, o si floreció anoche en plena tormenta...
6 comentarios:
Señales... que cortan un pensamiento triste, que dan esperanza!
Dejá pasar la "tormenta" y serás flor...
A lo mejor un poco de las dos cosas ¿No?...Besos
lo mismo da desde cuando
lo importante, creo, es que la viste, hiciste registro...
Genial, sencilla y humildemente genial lo tuyo en reparar en esas cosas.
Es lo sencillo y desapercibido aquello que constituye la esencia de nuestra existencia.
Besito!
R.P.
Wow! viste lo que es la vida Mai?! nos hace estas cosas, para despistarnos, para avivarnos, para que estemos presentes, atentos...
besoss de viento de verano!
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