miércoles, 3 de febrero de 2010

Lluvia y Jazz



La tormenta me obligó a salir de la cama de un salto para entrar la ropa que estaba colgada en el balcón. Me cuesta levantarme temprano. Me gusta la quietud en la mañana, ir arrancando de a poco. No me despierto de mal humor, sólo sucede que soy más permeable a las exigencias por la tarde.

Los días de lluvia escucho jazz. Me conecta con esa belleza de los días nublados y grises, que invitan a quedarse adentro haciendo lo que uno quiere y tiene para hacer.

Y aunque en esta mañana volvió la melancolía, parece que se sigue pudiendo.

Pensaba en mis ganas de nada. Escribir? No, para qué, si no me está saliendo lo que quiero. Seguir escribiendo, trabajando en eso, para que alguna vez salga? No sé... Volver a los cursos de Ale, para tener ese empujón de entusiasmo que evite el boicot típico de quien quiere escribir? Mmm... puede ser. Curso de fotografía? Cóme me gustaría! Tendré tiempo para todo? Porque no sé si recordás Maisa que tenés que estudiar.... tenés que estudiar! (Me dice mi voz interior, ese Super Yo que a veces me aplasta y otras veces no me deja a la deriva)


Hago una lista de cosas que quiero hacer a lo largo de este año? Me da alegría querer hacer muchas cosas. El año pasado hice un montón, y no fue un año fácil. Tal vez en este pueda casi todo!

O mejor no hago ninguna lista y voy viendo, diría Xime, qué se presenta como prioritario?

Y así dejo que la vida misma me indique para qué lado del camino andar, si para aquí o para allí.

Podré con todo? No... Maisa, nadie puede con todo. Pero con bastante? Bueno, con bastante sí.

A veces me pongo un poco quejosa y veo todo negro. Tengo esa maldita manera de adaptarme a la realidad: el simbronazo del comienzo, para después respirar hondo y sentir Si sucede, conviene.

O como dice mi amiga Marijó, será que la vida es así, que en la adultez hay que aprender a vivir sorteando obstáculos, que la tranquilidad no dura mucho, pero que también hay pocas cosas tan graves como para perder las ganas.

Será, será.

Y leyendo a gente linda que escribe desde su corazón me dieron ganas a mí.

Y termino este desayuno y ya no lloro. Y me hago cargo.

No quiero vivir sin amor...


5 comentarios:

Poli dijo...

No, vivir sin AMOR no... no hay que rendirse. Es así, Maisa, un día tenemos todo claro y al siguiente se nubla. Ganas, lo 1º, organización después, objetivos claros, listas puede ser...solo como una guia, modificables. Y después, pienso, la vida te va guiando.

Ricardo Fasseri dijo...

Creo que estás con muchas cosas, y que además, te gustan muchas más... pero estás herida de amor, y a veces eso causa un poco de anemia. Pero pensá que el amor está en todas partes. A veces se esconde, a veces demora, a veces hiverna a pesar del calor... Porque el amor verdadero no es lluvia de verano, ni corresponde a ninguna estación...

Noesperesnada dijo...

Te leía y recordé una canción que cantábamos de chicos: señora lluvia dame un charquito para que flote mi botecito...

Marijo dijo...

Maisi, pero cuanta felicidad enontramos cuando finalmente sorteamos los obstaculos! Y nos sentimos que podemos, y dan ganas de esribir, de ponernos collares coloridos, de viajar, hacer cursos!!
Y en el medio de los obstaculos y en los oasis de felicidad contá conmigo.
Besos Maisuna!

Maisa dijo...

Dulces de leche!!!!

Merci...!